La mayoría de los días la compra semanal en el super es a tiro hecho. Vas con la lista, en mi caso ya ordenada por los pasillos que vas a pasar -así no te dejas nada-, coges lo que necesitas, pagas y en 20 minutos estás lista.
Pero a mi, me encanta disfrutar de esa compra sin prisas, en las que voy a investigar qué hay de nuevo en las estanterías, o no tan nuevo, que pueden llevar toda la vida allí, pero no me había dado cuenta. Y esas compras son las que disfruto. En las que las comidas se organizan en función de los productos que veo y no del menú prediseñado que he traído de casa.
Y ojo! Ambas opciones son buenas eh! Hay momentos de tu vida en que la organización semanal prediseñada es lo que más nos encaja y hay otras que, cuales mariposillas libres, nos abandonamos a la imaginación y a lo que veamos en el mercado y supermercado!
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