A ver, que levante la mano la persona a la que no le guste el tiramisú…bueno, alguna habrá, pero son las menos, jajaja Y es que este dulce italiano tan internacionalizado, nos tiene conquistado el corazón, bueno…en mi caso, el estómago.
Francamente, cuando como fuera de casa nunca miro los postres, aunque no lo creais no soy muy golosa (dame a elegir entre un bocata de chorizo y algo dulce y verás cómo te quedas sin bocata, jajaja). Por eso, cuando voy a un restaurante, pongo mucho interés en ver qué hay en la parte salada, olvidándome de la dulce. Salvo…que alguien me diga que hay tiramisú, entonces… oh my God! No existe nadie si hay tiramisú, jajaja